La pequeña iglesia de San Giovanni Battista decollato al Palù fue construida por iniciativa de la familia Lazara durante el siglo XVI. En julio de 1413, Nicolò II Lazara, vicario de Conselve en nombre de la Serenissima, compró la Gastaldia del Palù a la familia Zabarella. La actividad constructora en esta zona no comenzó hasta mediados del siglo XV, cuando se construyó un palazzo dominicale (vivienda con torre) como residencia de vacaciones de la familia y del campesino. Unos años más tarde, en 1574, Giovanni VI Lazara inició la construcción de una pequeña iglesia con un convento y hospicio contiguos, que confió al cuidado de los ermitaños de San Agustín de Padua.
Las obras de ampliación comenzaron en 1634: se construyeron el tejado, la fachada y una capilla sepulcral con altar y cúpula, pintada al fresco con imágenes de ocho santos. Luca Ferrari y Lorenzo Bedogni, dos artistas emilianos muy apreciados por la nobleza paduana en los años 1600, fueron llamados para pintar los frescos. Las últimas intervenciones datan de 1700, cuando se suprimió el convento, se construyó la capilla dedicada a Santa Eurosia y se sustituyeron los altares anteriores.
En 2006, una importante restauración devolvió a la iglesia su antiguo esplendor.
